— .07.24

Sé que hace mucho tiempo que no escribo como debería pero tampoco he podido ordenar todas las piezas como corresponden, he tenido algún que otro par de formas de querer escribir lo que he estado atravesando pero al momento de querer hacerlo decidía abandonarlo.
He sentido mucho la necesidad de volver a esconderme en estos rincones donde lo único que se me hace más familiar y más cómodo conmigo misma es entre las letras y los escritos. Me he sentido introvertida en estos meses (Otra vez) aunque un introvertido no es cien por ciento introvertido ni el extrovertido cien por ciento extrovertido, aunque este escrito no va de eso.
Este escrito solo lleva el mes en su titulo y el año, la fecha se me hace borrosa porque siento que lo que escribo me esta sucediendo por todo este mes aunque lo venga cargando y arrastrando por un tiempo.

¿Empezamos?

Yo sé que en algún instante de tu vida me volverás a leer, no se cómo pero sé que sucederá si no es porque recordaste que alguna vez pasé como estrella fugaz por tu vida seguro es que encontraste esto como quién se pasea de escrito en escrito para toparse con algunas memorias innecesarias que la mente trae al momento de leer alguna palabra, si no es porque tienes mis escritos por ahí guardados como alguna captura de pantalla es porque seguro te acordaste de algo “ofensivo” que escribí sobre ti. Bueno aquí siempre escribí lo que me molestaba, lo que me intrigaba, lo que soñaba (de sueños ilógicos e incoherentes) lo que amaba, entre muchas otras cosas de mi vida. Han sido varios años en los que me apoyaba entre las palabras, un lápiz y un papel, una lapicera, un teclado y un blog (si es que podemos llamarle así) donde me sentía identificada con otras personas.

Hoy sentía la gran afección en un sueño sobre ti estabas ahí pero el tacto era frio y poco inusual, no como en otros sueños cuando estaba contigo en la vida real ¿Por qué será? los duelos son algo peculiar. Cuesta alejar. Te veo en mis sueños últimamente a veces lejos y otras tan cerca, tan ajeno y tan amoroso, como tan enfermo y tan sano… Pocas veces hay tormentas y otros mucho sol, en otros segundos te pierdo de vista y otras no logro ver tu cara completamente como así también nos encontramos en una cama riéndonos por algo que ni siquiera sé que lo ocasiona, solo lo puedo relacionar con tristeza o con una habitación oscura como cuando se corta la luz y todo queda en absoluto silencio.
Una vez me dijiste que no era necesaria la comunicación entre nosotros porque “los dos tenemos muchos problemas y somos unos locos” lo poco que razonaste cuando dijiste eso me dejó mucho que pensar… Ya que no solo no te comunicabas conmigo sino que así siempre fue en todas tus relaciones, tanto familiar como lo que sea que se haya cruzado contigo y por eso estabas como te encontrabas actualmente si es que aún sigues siendo de esa manera.
Proyectabas en mí situaciones o personalidades de tus anteriores compañeras cuando te explicaba que no era igual pero por alguna razón parecía una obsesión y una fantasía que querías que se volviera realidad para decir que fue realmente así. siempre te sentí tan distante y tan cercano cuando solo querías algo de mí. Sé que soy estúpida pero tampoco tanto.

Me pregunto si mejor estaré sola y con un millón de gatos que acompañada… ¿O tal vez será que tampoco estaré bien?

Además de que mi último viaje sola fue algo espantoso, estuve sola porque quería pero el día de mi cumpleaños lo pase horrorosamente como si hubiera estado encerrada en un calabozo sin ninguna compañía, en ese viaje desconfiaste de mí como si o hubiera hecho lo peor de lo peor pero nada más me demostraste que esa personalidad que construiste es solo un caparazón que fue desmoronándose con los años y me diste a entender que no estás bien contigo mismo, si tu no estás bien quiere decir que la otra persona debe padecer lo que te sucede y me parece injusto. Yo sé que nunca supiste entender lo que me sucedía a mi por más que te explicaba que tenía depresión pero jamás te iba ahogar en ello ya que la primera vez que intenté conversarlo contigo me dijiste que para eso habían expertos que podían ayudarme, entonces me sentí muy abandonada y por ende las ultimas fases donde más me ahogaba yo tú solo te enojabas porque querías que yo esté cien por cien con máscara de felicidad cuando no lo podía hacer… No te juzgo que hayas sido tan inseguro de ti mismo y querías que yo caiga en problema. No puedo y no debo, solo me hubiera encantado que hayas podido comunicarte, hablarlo, charlarlo, conversarlo un poco más como una persona más adulta… Como supuestamente lo eras.
En fin ese viaje me costó creer que te haya agarrado un ataque de desconfianza, una proyección de que seguramente andaba teniendo sexo con otro hombre y veintisiete llamadas que no quería contestar porque estaba en el baño.
Con el pasar de los días y la semanas recuerdo que me reprochabas el “No puedo creer que no me hayas mandado ni una sola foto” porque estaba intentando estar lo más estable posible mentalmente.
Odiaba el hecho de que te convertiste en el típico tipo de “Selfie” a cada rato, foto esto-foto aquello, video esto-video aquello. A mi no me gusta ser fotogénica pero si es para sacarle foto a mis gatos o mis perros es distinto pero a mi nunca me gustó fotografiarme a mi misma ya que nunca me sentí cómoda o “linda” para hacerlo, ni tampoco me gustaba fotografiar los lugares a donde iba porque prefería mil veces salir sin el teléfono y apreciar lo que tenía enfrente mío.

¿Sabes cuantas veces te quise mandar al carajo cuando me pedias que te saque cincuenta fotos en la misma posición solo para que elijas una? Encima siempre con mi teléfono. Como si fuera poco, odio salir con el teléfono y querías foto de todo…. Pero siempre ocultaste.
Yo era el nicho de tu inseguridad, de tus quejas, de que nunca servía para nada solo para escribir, que mi dinero era tuyo, te quejabas de hasta de gente que no conocías...
Siempre con la fachada de que eras superior a todos los demás y que no importaba si era mayor o menor que tú, todos eran una basura.

Me daba tanta impotencia.

Me daban ganas de acomodarte la nariz horrible con un golpe.

Yo sé que todo se acomodaba a su tiempo pero el duelo me está costando horrores.

Y horrores te costaba hablarme cuando se te encaraba con algo.

Parecías un niño en el cuerpo de un adulto reclamando errores o actitudes cuando tú también tenías algo de lo cual reprochar pero querías ser rey de pies limpios y crímenes impunes. A todo el mundo le querías echar mierda menos a ti mismo. Yo sé que fui también un poco hija del diablo cuando te hacía enojar o te hacía cosas que no te gustaban pero me defendía de todas las estupideces que proyectabas sobre mí.

Desgraciadamente entendernos fue lo que más nos costó y remar con un solo remo no me facilitó nada la relación.

Algún día vas a entender lo lindo que es la comunicación y también lo hermoso que es poder escribir lo que te sucede.

Como algún día vas a saber apreciar lo que se te dedica.

Como al mismo tiempo poder pensar en lo que hiciste.

Yo hasta el día de hoy pienso escribir pero no por siempre, me gusta escribir de todo y me desestresa, es el mundo interno que tengo para poder estar cuerda conmigo misma. Es mi modo de dedicar, de expresar, de comunicarme aunque fácilmente puedo comunicarme oralmente pero es donde más suelto y más exploro mis sentimientos.

Qué ojala algún día descubras de nuevo ese mundo.

Aunque se me hace dificil y este mes aun no finaliza, se me hace arduo y sensible, que por todas las cosas que suceden sigo adelante.